martes, 25 de enero de 2011

Subibaja de emociones

MGMT se presentó este fin de semana en Mar del Plata y deleitó a miles de fanáticos y curiosos que se acercaron a ver el show.




“¡Esto no es un recital de Los Piojos, flaco!”, le gritó un muchacho del público a otro que pasó corriendo y empujando a la gente; y tenía razón, se trataba de MGMT. Más de 40mil personas se acercaron al parador Mute, al sur de Mar del Plata, para presenciar uno de los eventos más promocionados del verano.
Una vez que pasaron cuarenta minutos de las seis de la tarde, la banda Neoyorquina pisó el escenario y, tras un escueto “Hola” de Andrew, el dúo devenido en quinteto arrancó con uno de los puntos más altos de la tarde: “Time to pretend”. Como en  todos los recitales, el olor a la chaqueta de Otto en la atmosfera incrementaba la paz de los espectadores que movían levemente los hombros hacia delante y hacia atrás al ritmo de las melodías psicodélicas de la banda, y levantaban sus manos delante de sus ojos para protegerse del sol que descendía detrás del escenario.
“Bitches on the Beach”, bromeó el cantante haciendo un juego de palabras en inglés que significa “Perras en la playa”, y se mostró muy a gusto con el público argentino. (Lógicamente no faltó el típico cantito por parte de los espectadores: “Oleeee ole ole oleeeee, em shiiiiii em tiiii”).
Como suele suceder en este tipo de espectáculos, es mayor el porcentaje de curiosos que de fanáticos, y eso se notó a medida que avanzó el show y se hizo más latente la fase experimental y difusa del grupo. Muchas personas comenzaron a retirarse, y otras desviaron su atención hacia un helicóptero amarillo que quedaba suspendido en el aire sacando fotos y filmando muy cerca de la masa de gente que miraba el recital.
Más allá de algún que otro problema con el audio por tratarse de un show al aire libre y al costado del mar, la banda sonó muy bien. El repertorio estuvo dividido casi en partes iguales entre su primer disco, Oracular Spectacular (2008), y el segundo, Congratulations (2010).
Cuando ya se aproximaba el final, los músicos dejaron de lado los instrumentos para darle lugar a las pistas de “Kids”, su mayor hit hasta el momento, y ahí sí: No hubo distinción entre curiosos y fanáticos y todos se levantaron y empezaron a moverse al son del tan pegadizo riff del sintetizador.
Hubiese sido grandioso que el show finalizase así, con toda la playa saltando y bailando mientras el sol terminaba de desaparecer detrás del escenario, pero no hubiese sido digno de MGMT, que siempre se encargó, tanto con sus discos como en el show, de bajar todo lo que ellos mismos hicieron subir. Y así fue, un final desprolijo y borroso con dos canciones de su última producción, “Brian Eno” y “Congratulations”, mientras Andrew tiraba flores al público, halagaba a las chicas argentinas y pedía que la noche no terminase ahí.   

***Nota publicada en el portal EL ACOPLE www.elacople.com***


1 comentario:

  1. Imagino como muchísimo 200 tipos a los que les gusta de verdad la banda. Además de esos, imagino unos 1500 muchachos/as amigos de las drogas que la fueron a limar. El resto debe haber ido porque era gratarola y les pintó...

    Buenísima la crónica doggy.

    PD: Yo también estuve a punto de poner la librería de fondo!

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